Wednesday, April 26, 2006

Rayuela, París, el fuego sordo y algo más...

"Sí, pero quién nos curará del fuego sordo, del fuego sin color que corre al anocher por la rue de la Huchette, saliendo de los portales carcomidos, de los parvos zaguanes, del fuego sin imagen que lame las piedras y acecha en los vanos de las puertas, cómo haremos para lavarnos de su quemadura dulce que prosigue, que se aposenta para durar aliada al tiempo y al recuerdo, a las sustancias pegajosas que nos retienen de este lado, y que nos arderá dulcemente hasta calcinarnos. Entonces es mejor pactar como los gatos y los musgos, trabar amistad inmediata con las porteras de roncas voces, con las criaturas pálidas y sufrientes que acechan en las ventanas jugando con una rama seca. Ardiendo así sin tregua, soportando la quemadura central que avanza como la madurez paulatina en el fruto, ser el pulso de una hoguera en esta maraña de piedra interminable, caminar por las noches de nuestra vida con la obediencia de la sangre en su circuito ciego.
Cuántas veces me pregunto si esto no es más que escritura, en un tiempo en que corremos al engaño entre ecuaciones infalibles y máquinas de conformismos. Pero preguntarse si sabremos encontrar el otro lado de la costumbre o si más vale dejarse llevar por su alegre cibernética, ¿no será otra vez literatura? Rebelión, conformismo, angustia, alimentos terrestres, todas las dicotomías: el Ying y el Yang, la contemplación o la Tatigkeit, avena arrollada o perdices faisandées, Lascaux o Mathieu, qué hamaca de palabras, qué dialéctica de bolsillo con tormentas en piyama y cataclismos de living room. El sólo hecho de interrogarse sobre la posible elección vicia y enturbia lo elegible. Que sí, que no, que en ésta está... Parecería que una elección no puede ser dialéctica, que su planteo la empobrece, es decir, la falsea, es decir la transforma en otra cosa. Entre el Ying y el Yang, ¿cuántos eones? Del sí al no, ¿cuántos quizá? Todo es escritura, es decir fábula. ¿Pero de qué nos sirve la verdad que tranquiliza al propietario honesto? Nuestra verdad posible tiene que ser invención, es decir escritura, literatura, pintura, escultura, agricultura, piscicultura, todas las turas de este mundo. Los valores, turas, la santidad, una tura, la sociedad, una tura, el amor, pura tura, la belleza, tura de turas.
En uno de sus libros Morelli habla del napolitano que se pasó años sentado a la puerta de su casa mirando un tornillo en el suelo. Por la noche lo juntaba y lo ponía debajo del colchón. El tornillo fue primero risa, tomada de pelo, irritación comunal, junta de vecinos, signo de violación de los deberes cívicos, finalmente encogimiento de hombros, la paz, el tornillo fue la paz, nadie podía pasar por la calle sin mirar de reojo el tornillo y sentir que era la paz. El tipo murió de un síncope y el tornillo desapareció apenas acudieron los vecinos. Uno de ellos lo guarda, quizá lo saca en secreto y lo mira, vuelve a guardarlo y se va a la fábrica sintiendo algo que no comprende, una oscura reprobación. Sólo se calma cuando saca el tornillo y lo mira, se queda mirándolo hasta que oye pasos y tiene que guardarlo presuroso. Morelli piensa que el tornillo debía ser otra cosa, un dios o algo así. Solución demasiado fácil. Quizá el error estuviera en aceptar que ese objeto era un tornillo por el hecho de que tenía la forma de un tornillo. Picasso toma un auto de juguete y lo transforma en el mentón de un cinocéfalo. A lo mejor el napolitano era un idiota pero también pudo ser el inventor de un mundo.
Del tornillo a un ojo, de un ojo a una estrella... ¿Por qué entregarse a la Gran Costumbre? Se puede elegir la tura, la invención, es decir el tornillo o el auto de juguete. Así es como París nos destruye despacio, deliciosamente, triturándonos entre flores viejas y manteles de papel con manchas de vino, con su fuego sin color que corre al anochecer saliendo de los portales carcomidos. Nos arde un fuego inventado, una incandescente tura, un artilugio de la raza, una ciudad que es el Gran Tornillo, la horrible aguja con su ojo nocturno por donde corre el hilo del Sena, máquina de torturas como puntillas, agonía en una jaula atestada de golondrinas enfurecidas. Ardemos en nuestra obra, fabuloso honor mortal, alto desafío del fénix. Nadie nos curará del fuego sordo, el fuego sin color que corre al anochecer por la rue de la Huchette. Incurables, perfectamente incurables, elegimos por tura el Gran Tornillo, nos inclinamos sobre él, entramos en él, volvemos a inventarlo cada día, a cada mancha de vino en el mantel, a cada beso del moho en las madrugadas de la Cour de Rohan, inventamos nuestro incendio, ardemos de dentro afuera, quizá esto sea la elección, quizá las palabras envuelvan esto como la servilleta el pan y dentro esté la fragancia, la harina esponjándose, el sí sin el no, o el no sin el sí, el día sin Manes, sin Ormuz o Arimán, de una vez por todas y en paz y basta".
Julio Cortazar

Tuesday, April 04, 2006

Cerdà...

En l’origen del pla Cerdà hi havia una utopia urbana que no s’ha complert de cap de les maneres. És la il·lusió de l’ordre i la racionalitat dins de la ciutat, la idea de Haussmann[1] de les grans avingudes aplicada a la ciutat de Barcelona. Un eixample de la ciutat antiga a on se superés la vida insalubre del centre i el model burgès de les metròpolis contemporànies s’apliqués a la ciutat Comtal. En aquest ideal d’Ildefons Cerdà, és el projecte de l’interior de les illes d’edificis com a espais verds a on es desenvolupes la vida social del comunitat la gran metàfora del desenvolupament posterior de l’ús. En una mena d’unió entre el romanticisme dels espais rurals rodejats de camps i arbres i la metròpolis racional escenificada en els edificis rectangulars i els amples carrers. La realitat avui en dia és força diferent. Les illes verdes d’us comunitari ideades en el Pla Cerdà van ser ja fa temps substituïdes per patis interiors als quals se’ls hi ha donat un ús més apropiat a les necessitats mercantils de les classes que han ocupat l’espai. A on es van projectar espais amb arbres hi ha pàrkings, l’ús comunal ha estat substituït per un ús merament empresarial o, com a molt, individual.
[1] “El ideal urbanístico de Haussmann fueron las perspectivas abiertas a través de largas calles rectas […] Los centros del dominio mundano y espiritual de la burguesía encontrarían su apoteosis en el marco de las grandes vías públicas…” Benjamín, W., “Paris, capital del siglo XX”, a Libro de los pasajes, Akal, 2005.

Tuesday, March 14, 2006

...zaira, la ciudad de los altos bastiones

"...Podría decirte de cuántos peldaños son sus calles en escalera, de qué tipo los arcos de sus soportales, qué chapas de zinc cubren los tejados; pero ya sé que sería como no decirte nada. La ciudad no está hecha de esto, sino de relaciones entre las medidas de su espacio y los acontecimientos de su pasado:la distancia del suelo de una farola y los pies colgantes de un usurpador ahorcado; el hilo tendido desde la farola hasta la barandilla de enfrente y las guirnaldas que empavesan el recorrido del cortejo nupcial de la reina; la altura de aquella barandilla y el salto del adúltero que se descuelga de ella al alba; la inclinación de un canalón y el gato que lo recorre majestuosamente para colarse por la misma ventana; la línea de tiro..." Las ciudades invisibles. Italo Calvino


Sunday, March 05, 2006

un nus de la trinitat


Punt d'indentificació situacional i re(f)verència, entre les vitrines de l'amor a vista de tren a l'accés nord, i abrics de pell mullada amb cases d'art nouveau i habitacions amb vistes de verdura. Perque hi han senyoretes de viatge i senyores de perruca, entre traces reials de símbols històrics, i halal i església; que ofereixen al transeünt el no luxe de la tensió constant. Passat, esdevingut, concorregut, mitificat, un tot on els corrents d'asfalt ex-senyorials permeten entre clàxon i xispa l'illa d'espera, sense la consulta posterior. L'illa o "Los no lugares. Espacios del anonimato, de Marc Augé", són espais contemporanis de creuament atzarós entre persones i símbol de la condició humana actual; on hi ha un petit temps per mirar la persona que et mira i no tornaràs a veure.
Ressò de vies en extinció, de colors esgotats i de fantasmes sovint acompanyats de barba i mitjó i guaitada de -ça va pas-. Amorfa i inclinada pel pes de les teves activitats que es van amuntegant segons la llum i el fred, i que no són ben be de politxinela. Amb desembocadura del riu Magrib, que remou les aigües turc-bies, de caspa amb cafè amb llet i esquitxada per d'altres afluents de mans i nassos congelats, plantats, en una observació sense mirada.
Vinga que al voltant dels carrers hi ha cases i a les cases jardins, i a les cases m'esperen veïns,-de salsitxa i pà turc- marroquins entre pipa i pipa; buscadors d'or al costat de casa lluny del color calor. Por ahí!!


Wednesday, February 22, 2006

Sentidos...

¿Cuál es la música de la ciudad?
¿A qué huele la ciudad?
¿Qué tacto tiene?
¿Qué es lo que vemos en ella? Y, todavía, ¿qué nos esconde?
¿Tiene sabor?

Monday, February 20, 2006

lopolis

Para abrir boca, valga un paseo por la página "Ciudades para un futuro más sostenible", localizada en la ETSAM y para la que he trabajado varios años, http://habitat.aq.upm.es/,

Y un par de artículos seleccionados:

-J. Manuel Naredo, economista:
http://habitat.aq.upm.es/select-sost/aa1.html

-Carlos Verdaguer, arquitecto urbanista, responsable de la remodelación "participada" de Trinitat Nova:

http://habitat.aq.upm.es/select-sost/ad1.html


Hastiados de la obligación de una vivencia en/de la ciudad regida por las prisas, la inmediatez y los objetivos definidos; buscamos un espacio donde las ciudades transiten pausadamente ayudando a la reflexión sobre su realidad.

Nota: Ciudad como conjunto de ciudadanos, como espacio común.